Durante este año que ahora acaba se ha conmemorado el nacimiento de Miguel Hernández, el poeta Alicantino natural de Orihuela. Hasta finales de 2010 se celebrarán diferentes actos en memoria del poeta. En este sentido la Fundación Cultural Miguel Hernández, el Ayuntamiento de Orihuela y la Generalitat Valenciana (entre otras instituciones) han elaborado un sitio web en el que se muestra un calendario de actividades culturales a realizar. Esta página está disponible en: “Año Hernandiano 2010”.
Empezó a escribir sus primeros poemas a los 15 años y al poco empezó a publicar en diarios locales y, posteriormente, provinciales. En 1933 se editó su primer libro “Perito en lunas” y a partir de este momento su vida se vinculó más estrechamente a Madrid, donde conoció a poetas de su época como Pablo Neruda, Vicente Aleixandre o Rafael Alberti. Colaboró en la elaboración de la enciclopedia “Los Toros” de José María de Cossio. Comprometido con la Segunda República, participó en las misiones pedagógicas y se alistó en el Ejército Popular con el estallido de la Guerra Civil, donde fue nombrado Comisario de Cultura.
Si por algo es conocido Miguel Hernández es por su lucha incansable en pro de la libertad y por sus firmes convicciones. De hecho, algunas de sus imágenes más conocidas lo representan recitando poemas a los soldados en el frente. Estas firmes convicciones lo llevaron a la cárcel una vez concluyó la contienda y, aunque tuvo la oportunidad de hacer una declaración pública en contra de sus ideales y librarse del presidio, él siempre se negó. Finalmente, falleció de una enfermedad respiratoria agravada por la tuberculosis en 1942.
Uno de los poemas que mejor representa a Miguel Hernández como ejemplo de persona con principios inquebrantables es “Para la Libertad” que reproducimos a continuación:
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol caudal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho; dan espuma mis venas
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
Finalmente ofrecemos enlaces que pueden resultar interesantes en relación con el poeta:
- Fundación Cultural Miguel Hernández
- Año Hernandiano 2010
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