lunes, 23 de mayo de 2011

Cine y procesos electorales

Las elecciones municipales y autonómicas del día 22 de mayo son unEl disputado voto del señor Cayoa estupenda ocasión para recomendar películas relacionadas con el tema. En primer lugar queremos referirnos a «El disputado voto del Sr. Cayo» (1986), dirigida por Antonio Giménez-Rico y basada en la novela homónima de Miguel Delibes. La película comienza con el fallecimiento de Víctor Velasco (Juan Luis Galiardo) y la comunicación a uno de sus amigos, el diputado Rafael Corral (Iñaki Miramón). Durante las exequias coincide con Laly (Lydia Bosch) y juntos recuerdan las elecciones de 1977 en las que Víctor era uno de los candidatos de un partido de izquierdas al Senado. Durante aquella campaña electoral decidieron visitar los pueblos de la sierra burgalesa y, allí conocieron a un anciano que cambió la vida de Víctor.


El Sr. Cayo (Paco Rabal), es el alcalde de Cureña, un pueblo de tres habitantes: él mismo, su Laly, Lydia Boschesposa y otro vecino con el que no se habla por diversos motivos. Por un error de planificación habían preparado un mitin para una población tan exigua, sin embargo, en vez de marcharse, Víctor, Laly y Rafa se quedan en el pueblo con el Sr. Cayo. La historia es sencilla pero, a nuestro entender, llena de mensajes. Tratan de convencer al anciano alcalde de lo necesario que es el partido para sus intereses y él, sin embargo, les hace ver que no necesita nada más que lo que tiene y que con ello es completamente feliz. En esta historia no se trata tanto de rememorar un pasado rural en el que la gente era autosuficiente en comparación con los urbanitas, sino que muestra una forma de vivir que, a ojos del Sr. Cayo, es absolutamente plena.


Víctor, José Luis GaliardoLa sencillez del anciano, su increíble sabiduría y lo razonable de su pensamiento que hace que les sea imposible convencerlo de la necesidad para él y su pueblo de unas elecciones, afectarán profundamente a Víctor que, poco después de obtener su escaño de senador renunciará a él. Para Rafa, una persona de convicciones mucho más variables, el Sr. Cayo no es más que un cateto con gran cantidad de conocimientos sobre la vida rural pero inútil para el mundo actual. Su personaje, que consigue alcanzar un elevado cargo en la esfera política, es la imagen de político poco deseable dispuesto a cambiar de opinión en función de sus intereses.


Finalmente nos quedamos con una reflexión de Víctor:


«[…] una hipótesis. Imagina, por un momento, que un día los dichosos americanos aciertan con una bomba como ésa de neutrones que mata pero no destruye […]. Pues bien, si eso ocurriera, yo tendría que ir corriendo a Cureña, arrodillarme ante el señor Cayo y suplicarle que me diera de comer […]. El señor Cayo podría vivir sin Víctor, pero Víctor no podría vivir sin el señor Cayo.»


La otra película que recomendamos en esta ocasión es «Mi nombre es Harvey MilkMi nombre es Harvey Milk» (2008), con la que, a la vez, queremos conmemorar el 17 de mayo «Día Internacional contra la Homofobia» (Ver portal internacional contra la homofobia). Este film, dirigido por Gus Van Sant, obtuvo dos premios Oscar, a la mejor interpretación (Sean Penn) y al mejor guión original, además de otros premios internacionales. Está basado en hechos reales: Harvey Milk fue el primer hombre que reconoció su homosexualidad en Estados Unidos y alcanzó un cargo político electo. La historia está plagada de intolerancia hacia el colectivo y muestra la tremenda lucha a la que los homosexuales se han visto sometidos para conseguir que sus derechos empiecen a equipararse.

2 comentarios:

  1. El último hurra, de Ford; Colpo di Stato, de Salce....

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  2. Si yo fuera Diputado, Miguel M. Delgado, 1951, con Mario Moreno "Cantinflas", no hay pierde.

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