martes, 17 de julio de 2012

La justicia y el cine del oeste

Existen pocos géneros cinematográficos que como en el Western el ideal de la justicia se encuentre en una posición tan elevada. Hay una enorme variedad de ejemplos en los que podemos ver cómo la existencia de sociedades civilizadas necesariamente está asociada a la prevalencia de la ley por encima de la voluntad de los «malos de la película». 

Y queremos tratar este tema porque hoy es más necesario que nunca volver al ideal de justicia ya que constantemente se están produciendo resoluciones judiciales que provocan el descontento en la población porque derivan de la aplicación de unas leyes que no son justas. Es inaudito que en los tiempos de crisis que corren existan casos de corrupción flagrantes en los que los implicados son condenados a penas irrisorias o incluso pactan las condiciones de los castigos. 

Como decíamos, el cine del oeste es un ejemplo claro de lo que deberían ser los estados de derecho actuales. Por este motivo, en primer lugar queremos recomendar «El hombre que mató a Liberty Valance»El hombre que mató a Liberty Valance (1962) de John Ford, una película aparecida en un momento en el que el western estaba en horas bajas pero que es quizá uno de los mejores ejemplos del género. Ransom Stoddard (James Stewart) un senador de los Estados Unidos, regresa al pueblo de Shinbone para acudir junto a su esposa (Vera Miles) al funeral de Tom Doniphon (John Wayne). Una vez allí se produce un flashback en el que se narra la historia que relaciona a los dos personajes: Ranson Stoddard se trasladó a Shinbone para ejercer como abogado aunque allí, la banda de matones Liberty Valance no se lo puso nada fácil. Tom Doniphon con un carácter mucho más rudo, está dispuesto a defender siempre a Ranson, pero este no lo permite porque cree que no es necesario llegar a la violencia para solucionar los problemas. Sin embargo, tras constantes enfrentamientos al final el abogado acepta retarse en duelo con Liberty. Del desenlace de este duelo surge todo el argumento de esta fantástica película y que nosotros no desvelaremos aquí. 

Una segunda película es «El árbol del ahorcado» (1959)El árbol del ahorcado de Delmer Daves. En la que el poder de la justicia aparece representado desde el inicio del film en un árbol en el que se ajusticia a los criminales en un yacimiento minero de la época de la fiebre del oro. Joe Frail (Gary Cooper) instala su consultorio médico en un pueblo de Montana. Sin embargo su actitud contradictoria y su pasado oculto le harán, por un lado enfrentarse a algunos de los personajes más dudosos de la película, Frenchy Plante, (interpretado por Karl Malden), pero al mismo tiempo acogerá a un joven con problemas y a una inmigrante suiza (Maria Schell) que ha sufrido un accidente. Su relación con la joven le llevará a matar en defensa propia a Frenchy que intentaba abusar de ella. El desenlace, en cierto modo inesperado, representa que el poder de la justicia no puede estar en manos de una multitud embravecida.

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