
La creación de la Biblioteca proviene de un privilegio real de fecha 1711 en el que se imponía a los impresores la obligación de depositar un ejemplar de todos los libros impresos en la Real Biblioteca Pública. Esta obligación recibirá diversas modificaciones hasta configurarse en el actual «Depósito legal» regulado por Decreto en 1957, y que incorporaba a la obligación de depósito legal a otros materiales como las grabaciones sonoras y los audiovisuales. Con la última modificación legislativa de 2011 se atiende a los cambios que se han producido desde 1957 y que incluyen los materiales editados de forma electrónica (Ley 23/2011, de depósito legal).
Por tanto podemos afirmar que la vinculación de la BNE con el Derecho es total y que una gran parte de sus colecciones (que no se limitan, como hemos visto, a libros) derivan de la regulación del depósito legal.

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