El pasado 3 de diciembre se declaró el primer estado de alarma de la democracia española. Los estados de excepción en general solamente pueden darse en sociedades democráticas en las que haya un reconocimiento expreso de derechos y libertades, pues la declaración de uno de ellos supone la limitación de algunos de estos derechos. En el caso de España la Constitución de 1978 contempla el derecho de excepción y establece en su artículo 116 tres niveles de situaciones excepcionales: estado de alarma, estado de excepción y estado de sitio y, posteriormente remite a una Ley Orgánica para regularlos. En este caso se trata de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, por la que se regulan los estados de alarma, excepción y sitio y el Reglamento del Congreso de los Diputados que regula la tramitación parlamentaria de estos estados (Reglamento de 24 de febrero de 1982, artículos 162 a 165).
El estado de alarma se declara (Ley Orgánica 4/1981) para restaurar la normalidad democrática ante situaciones como catástrofes naturales, calamidades o desgracias públicas o ante la paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad cuando no se garanticen en caso de huelga o conflictos laborales colectivos, etc. El estado de alarma se establece mediante un Real Decreto que queda derogado una vez que finaliza la causa que lo motivó. En el conflicto del que estamos hablando esta derogación se produjo el sábado 15 de enero de 2011.
Durante estos 43 días, las torres de control aéreo y, por tanto, sus trabajadores han estado sometidos a control militar y a su jurisdicción por lo que las ausencias injustificadas de los controladores aéreos posteriores a la declaración del estado de alarma se juzgarán en tribunales militares y las anteriores estarán sometidas a la jurisdicción civil o penal, según corresponda.
Al hilo de ello, existe una gran cantidad de películas que hacen referencia a los procesos judiciales militares. En esta ocasión hemos seleccionado “El proceso de Billy Mitchell” dirigida por Otto Preminger (1955). Esta historia, basada en hechos reales, narra algunos de los años de la vida de Billy Mitchell, un militar estadounidense nacido en Francia. Lideró a las tropas aéreas estadounidenses durante la Primera Guerra Mundial y, a su finalización, puso su empeño en crear un Ejército del Aire. Sin embargo chocó contra la jerarquía militar del Ejército de Tierra y sobre todo de la Armada, que no confiaban en la utilidad para la guerra y la defensa del territorio de los aviones.
Tras una serie de accidentes aéreos debidos a la escasez de medios y recursos, Billy Mitchell acusó a la cúpula militar de negligencia criminal. Tras ello se le formó consejo de guerra por traición. En la película, protagonizada por Gary Cooper, se muestra el desarrollo del consejo de guerra y se vislumbran las diferencias con los habituales procesos de los dramas judiciales.
Esta y otras películas relacionadas con el tema pueden encontrarse en la Biblioteca de Derecho de la UAM:
- El proceso de Billy Mitchell (1955)
- El sargento negro (1960)
- Rebelión a bordo (1962)
- La hija del general (1999)
- Reglas de compromiso (2000)
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