Por Aroa Ondó Muñoz
Estudiante de bachillerato, Colegio Internacional Altair (Madrid)
III Concurso «Mejor entrada» del Blog Derecho y Cultura-Biblioteca de Derecho UAM
¿Qué significa el ser humano?, ¿es el ser humano únicamente el resultado de una serie de reacciones físicas y químicas?, ¿cuál es la relación entre cuerpo, mente y alma?
Aunque estas preguntas han preocupado tradicionalmente a los filósofos, que han tratado de dar respuestas de formas diversas, hoy en día no podemos negar que las relaciones cuerpo-mente-alma nos constituyen como seres humanos y que, por ejemplo, lo que pensamos y sentimos tiene una influencia directa en nuestro cuerpo, hasta el punto de que los sentimientos y emociones pueden desencadenar enfermedades.
Los avances de las neurociencias nos están demostrando estas interrelaciones, la complejidad de la mente y los diversos factores que pueden afectar al comportamiento humano.
Aquí se plantea la cuestión de si todos estos factores que determinan el comportamiento humano deben ser tenidos en cuenta a la hora de aplicar la ley, en su sentido jurídico, es decir, a la hora de delimitar la transcendencia penal de determinadas actuaciones.
Todas las sociedades establecen un conjunto de leyes que aseguran la convivencia de las personas que las componen y sistemas judiciales para garantizar su aplicación.
Si las leyes tienen que adaptarse a los cambios sociales y tener en cuenta los avances de las neurociencias, no por ello tienen que dejar de garantizar la seguridad de nuestra sociedad.
La película «El secreto de sus ojos» lleva a reflexionar sobre muchas cuestiones de importancia como: ¿cuál debe ser la respuesta de la ley ante un acto como una violación o un asesinato?, ¿funcionan los sistemas judiciales?, ¿qué factores deben tenerse en cuenta para determinar cuándo una persona es culpable o no?, ¿cómo y por qué nacen emociones negativas en los seres humanos que llevan a cometer delitos y malos actos?
La mente humana es extremadamente compleja, y aunque se ha avanzado mucho en su conocimiento, queda mucho camino por recorrer por lo que si se modifican las leyes, siempre debe haber una garantía de seguridad en la sociedad.
Por último quisiera destacar que el sistema educativo puede ejercer un papel fundamental en la formación de un individuo. Con esto me refiero a que una educación completa podría ayudar a prevenir determinados malos comportamientos de las personas.
En resumen, los avances de las neurociencias ponen de manifiesto el papel de los pensamientos, las emociones y los sentimientos en los comportamientos humanos lo que no puede olvidarse a la hora de crear la ley en las sociedades actuales.
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