miércoles, 6 de marzo de 2013

Propiedad intelectual y acceso a la cultura: ¿dos enemigos irreconciliables?

Uno de los temas más controvertidos en relación a la cultura es el de la propiedad intelectual y especialmente si nos centramos en el mundo digital. Es del todo lógico pues entran en juego intereses diversos: acceso y derecho a la cultura, remuneración de los autores, entre los más destacados. Y compaginarlos no es sencillo.
 
En España existe una cierta tradición (digitalmente hablando 20 años son una auténtica tradición) de considerar sinónimos derecho de acceso a la cultura (un derecho constitucional) y cultura gratuita y que entran en conflicto directo con la necesaria remuneración de los creadores de contenidos de todo tipo. Este es el principal problema al que nos enfrentamos y no que los editores y productores impongan precios que puedan considerarse abusivos (en ocasiones lo son), o que los usuarios descarguen de forma ilícita los contenidos. A nuestro entender, estas últimas son las consecuencias de una tradición que solo puede corregirse con la implicación del sistema educativo.
 
Es decir, es fundamental recurrir a una educación que fomente el esfuerzo entre los estudiantes y, al mismo tiempo, sepa inculcar el valor que en términos de dedicación implica la creación de una obra de cualquier tipo. Las noticias que informan sobre las cifras de descargas ilegales en España no benefician nuestras relaciones culturales y comerciales a nivel internacional (España, país líder en visitas a Mega). Y además generan enormes pérdidas económicas (en torno a 15 200 millones de euros en 2012) a una industria cultural cada día más perjudicada (La mitad de los internautas españoles piratea contenidos digitales).
 
Pero no todo es achacable a los usuarios de Internet, hay autores que afirman que los intereses de algunas compañías tecnológicas están detrás del fomento del consumo ilícito de contenidos (El azote del «todo gratis» en Internet).
 
Si no logramos solucionar esta situación, no podremos evitar aparecer de nuevo en la temida lista negra de países que no cumplen con los derechos de autor (El congreso de EE UU coloca a España entre los cinco países más «piratas» del mundo), de la que salimos con la conocida «Ley Sinde», criticada esencialmente por los grupos en pro de la cultura gratuita pero que, sin embargo, no logra contentar a ninguna de las partes y se ha mostrado completamente ineficaz (España, a punto de reingresar en la lista negra de la piratería). 
 
De hecho, en las últimas semanas han aparecido noticias que alertan de la falta de efectividad de la Comisión de Propiedad Intelectual creada a raíz de las últimas reformas legales (La «comisión Sinde» sólo ha actuado en 30 de los 363 casos denunciados en un año). De ahí que se plantee una nueva reforma (El Gobierno reformará la Ley de Propiedad Intelectual para mejorar la lucha contra la piratería).

1 comentario:

  1. El derecho a la propiedad intelectual y el acceso a la cultura tienen que ser dos campos que se garanticen de forma respetuosa entre ambos

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