La inauguración de la
Jornada la realizaron la Subdirectora General del Libro de la Comunidad de
Madrid, María Jaudenes Casaubón; Isabel Moyano Andrés (Directora de la
Biblioteca Regional); y Juan Miguel Sánchez Vigil, organizador del acto,
experto conocedor del sector editorial y profesor de la UCM y que lamentó la lejanía
existente entre la comunidad universitaria y el mundo de la edición.
La primera ponencia vino de la mano de Antonio María Ávila, Director Ejecutivo de la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE) que mostró de forma magistral el panorama
actual de la edición en España. Destacó la importancia del sector para la
economía (en torno a un 3% del PIB) y del esfuerzo exportador que esta
industria ha realizado tradicionalmente y que se sitúa en torno al 30% de la
producción total. Una exportación que ha sido obligatoria no solo por la crisis
actual sino por la difícil situación económica que ha vivido España durante
todo el siglo XX. Antonio María Ávila destacó como rasgo destacable del sector
editorial español la fuerte competencia entre las casas editoriales pues, a
pesar de que existen varios grandes grupos, estos acaparan solo el 60% del
mercado en comparación con el principal grupo alemán y francés que alcanzan al
80% de la producción de sus respectivos países. Esto implica un escaso
monopolio en el sector con pocas posiciones dominantes.
Pero el primer ponente
también mostró otros rasgos destacados del sector editorial español como el
pluralismo, con la existencia de una producción en lenguas autonómicas, posible
gracias al impulso de la producción en español y con la existencia de sellos
editoriales de ideologías políticas y religiosas diversas.
Finalmente trató dos
temas controvertidos como fueron el libro electrónico y el precio de los libros
de texto. En torno al primer tema afirmó que el porcentaje de ventas de
contenido electrónico es muy bajo aún y que, por el momento el principal
mercado se encuentra en el texto impreso; además desterró la idea de que las
editoriales no tienen que hacer un esfuerzo para publicar en formato
electrónico. En cuanto al libro de texto Antonio María Ávila indico que no todo
se debe al criterio de las editoriales sino que los gobiernos autonómicos han
obligado a crear contenidos diferentes (incluso en asignaturas comunes como las
Matemáticas) para sus respectivos territorios obligando a los editores a
publicar libros de texto específicos para cada comunidad autónoma. Además
indicó que la escasa vida de los libros se debe al cambio constante de la
legislación educativa que obliga a modificar los planes de estudio.
La segunda ponencia
estuvo protagonizada por Teresa Peces, directora de la revista Delibros,
quien habló del sector editorial y de los cambios que se están produciendo en
los últimos años. Indicó que dos eran los principales motores del cambio en el
sector: por un lado la crisis económica que implicaba una reducción de las
ventas y la falta de financiación inherente; Por otra parte, la irrupción
evidente (pues cada vez es más visible en la calle) del libro electrónico, que
trae aparejados retos como los nuevos lenguajes y formatos, la piratería, la
aparición de nuevos canales de venta, etc. Propuso que para abordar estos retos
las editoriales deben ser agentes activos en el proceso pese a que el futuro es
difícil de predecir.
A continuación tuvo lugar
una mesa de debate bajo el título «Luces y sombras: el papel del editor» en el
que se entrecruzaron la visión editorial de una de las grandes empresas, Espasa del Grupo Planeta (Lola
Cruz), con las perspectivas de dos editoriales de menor tamaño: Temporae (Nano de Gabriel) y Demipage (David Villanueva).
Uno de los editores de
este Blog, Francisco José Valentín Ruiz y Alberto Vicente de Anatomía de la Edición, presentaron sendas reflexiones
sobre la situación en torno al libro electrónico en la que se puso de
manifiesto que la irrupción de los medios electrónicos no va a detenerse pero
que este hecho no es catastrófico para el sector sino que implica una
reconversión en la que el libro impreso cederá determinados nichos al libro
electrónico.
Susana Checa Prieto, Jefa
de Licencias de CEDRO, hizo un resumen de los principales
retos a los que se enfrenta el sector del libro. Defendió la gestión colectiva
a través de entidades como CEDRO debido a las ventajas que supone, por ejemplo,
para tramitar el procedimiento administrativo de lucha contra la piratería de la
«Ley Sinde» que implica la elaboración de informes obra a obra. Por otra parte
habló del cambio de modelo de recaudación de los ingresos procedentes de la
compensación por copia privada. Del anterior modelo (que gravaba determinados
dispositivos) se ha pasado a un modelo en el que el Estado fija la compensación
en base a los presupuestos generales del Estado. Así, el ejecutivo ha reducido
esta asignación en un 85%. Estas circunstancias hacen que sea difícil la
pervivencia de determinados actores del sector editorial.
Miguel Jiménez (Director
de la Agencia del ISBN) e Ignacio Roca
(Director del Depósito Legal de la Comunidad de Madrid)
mostraron las principales novedades que se han producido en los dos últimos
años. En cuanto al ISBN, el cambio de modelo de gestión, antes gestionado
directamente por el Ministerio de Cultura y ahora a través de la FGEE. Este
modelo es el habitual en los países europeos. En cuanto al Depósito Legal, la
principal novedad es la Ley 23/2011 de Depósito Legal que actualiza la figura creada en 1957 y la adapta a la realidad actual de los
contenidos digitales.
María Olivera Zaldua
(UCM) y la otra editora de este Blog, Mariana López Hurtado, hicieron una
presentación sobre los paratextos en el libro, contenidos adicionales al texto
principal que muchas veces pasan inadvertidos pero que tienen una importancia
vital para la calidad final de las obras: índices, anexos, textos en las
cubiertas, imágenes, biografías, introducciones y prólogos, etc. Por último,
Manuel Durán Blázquez, de Espasa realizó una ponencia acerca de la importancia de la edición gráfica en un
momento en el que los libros se venden, en gran medida, por la imagen que
muestran. La primera apariencia lo es todo pues es el libro el que ahora ha de
atraer al lector ya que las ventas son minoritarias en librerías de pequeño
tamaño en la que es el librero el que atiende directamente al cliente
utilizando su experiencia para cubrir sus necesidades.
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