Durante este verano los incendios forestales están arrasando con nuestros bosques, afectados por un año con precipitaciones inferiores a la media y por los recortes en algunos presupuestos autonómicos dedicados a su conservación y protección. Poco están ayudando las altas temperaturas que se han estado registrando durante todo el verano.
Lo más lamentable sin duda, es la pérdida de vidas humanas provocada
por estos incidentes (hasta la fecha cinco fallecidos este año tres de ellos en Cataluña
y dos más en la Comunidad Valenciana) aunque a esta tragedia hay que sumar los
desastres ecológicos asociados a la pérdida de nuestros bosques.
A todo esto debemos añadir las condiciones en las que se
encuentra una gran parte de nuestros espacios naturales: tradicionalmente los
bosques se limpiaban de leña para el consumo doméstico, sin embargo esta labor ha
sido sustituida por la labor de agentes forestales que no pueden hacer frente a
toda la masa forestal y más aún teniendo en cuenta la reducción de medios
asociada a la crisis económica.
En consecuencia y, aunque sea muy triste, nos encontramos
con unas condiciones extraordinariamente favorables para que los incendios se
extiendan, aunque a pesar de todo, la mayoría de los incendios que se producen
en nuestro país son incendios provocados o bien de forma intencionada, de forma
accidental o por negligencias.
En este contexto, la Guardia Civil ha informado de que se ha
duplicado el número de detenciones e imputados en incendios provocados y ha concluido
que cerca de la mitad de los cerca de 2000 incendios que se produjeron en
España hasta mediados de agosto de 2012 fueron por causas no naturales («Másfuegos, el doble de detenciones»).
Sin embargo a la vista de los incendios forestales que se
producen cada año cabe preguntarse si el endurecimiento del código penal que se
ha producido durante la última década es la solución absoluta. Pues
evidentemente la lucha contra el fuego no puede reducirse a la lucha contra los
que los provocan sino que debe basarse también en la prevención.
La regulación penal de los delitos relacionados con los
incendios se encuentra en los artículos 351 a 355 del Código Penal incluyendo
sanciones severas para los inductores de los incendios:
«Los que incendiaren
montes o masas forestales, serán castigados con las penas de prisión de uno a
cinco años y multa de doce a dieciocho meses.» señalando además que si
comportara «un peligro para la vida o
integridad física de las personas, serán castigados con la pena de prisión de
diez a veinte años.» (Código Penal – referencia a BOE legislaciónconsolidada).
Pero como decíamos, una parte de la lucha contra los
incendios debe realizarse durante el resto del año con medios humanos y
materiales que deben dedicarse de forma permanente a nuestros bosques, y, por
supuesto, a través de la concienciación de la población. Para lograr esta
concienciación son imprescindibles campañas gubernamentales y que los medios de
comunicación elaboren documentales que muestren la realidad de los incendios.
Existen algunos ejemplos como los que mostramos a continuación:
RagingPlanet (1997)
También hay producciones españolas que tratan de concienciar
e informar a la población de cómo evitar los incendios forestales y de sus
consecuencias:
En torno al contenido en esta entrada hacemos referencia a varios artículos e informaciones publicados en diversos medios:
- Más fuegos, el doble de detenciones. El País, 18 de agosto de 2012.
- Los bomberos denuncian recortes en las plantillas de los parques nacionales. El Crisol de Ciudad Real, 11 de junio de 2012.
- El SIBF protesta por los recortes en prevención y extinción de incendios. El Digital.es, 18 de agosto de 2012 .
- Los incendios se apagan en invierno. El País, 17 de agosto de 2012.
Regulación penal:
Armenteros León, Miguel. La respuesta penal a los incendios.
García-Giralda Ruiz, Antonio. Las sanciones por causar incendios forestales.
Barbero Bajo, Jaime. Los incendios forestales en el CP (puntos críticos).
García-Giralda Ruiz, Antonio. Las sanciones por causar incendios forestales.
Barbero Bajo, Jaime. Los incendios forestales en el CP (puntos críticos).
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